Siempre hemos visto como en las películas que tratan sobre computadores, hackers, crackers, conspiraciones o similares muestran al hacker protagonista programando a la velocidad de la luz sin cometer un solo error, ni siquiera una coma o un paréntesis o una identación, recuerdo como en Swordfish el rubio entra a la matrix de servidores de la CIA en varios segundos sin problema alguno, ah, y recordemos que lo tenían un poco ocupado.
En la vida real programar es un interesante proceso de mucha paciencia, juegos del gato y el ratón y esperas largas combinado con escritura lenta, conjeturas, pensamientos perdidos que llegan a la escala del Universo mismo y mucho café, licor y dulces (?).