Tan tierno es el robot del siguiente vídeo, que hasta me atrevería a compararlo con el momento en que un padre le enseña a su hijo a andar en bicicleta. Aunque realmente lo que debe llamar la atención es la habilidad del pequeñín para no caer, así como la de no chocar contra los obstáculos. Y por supuesto, no debemos dejar pasar su parecido al modo de andar de los humanos.
Visto en: Microsiervos