Jeremy Mayer es un artista, aunque ningún titulo de bellas artes cuelgue en su cuarto. Lo que hace no tiene otro nombre que arte. Él se dedica a realizar esculturas con antiguas máquinas de escribir en desuso. Las desarma y las vuelve a rearmar; pero cuando vuelven a ser armadas, ya son parte de alguna de sus obras. Y encima, no utiliza ningún tipo de soldadura o pegamento para el montaje de las mismas. Miren ustedes mismos.