Los artistas siempre tratan de romper con todo limite posible para encontrar la originalidad. Y creo que la alemana Wieke Somers ha logrado su cometido. No tuvo mejor idea que crear esculturas con su impresora 3D, pero utilizando cenizas humanas como materia prima. Si, puede resultar morboso, impactante y hasta tenebroso. Pero no dejan de ser simples cenizas; que sean humanas son sólo un detalle.