Los artistas siempre tratan de romper con todo limite posible para encontrar la originalidad. Y creo que la alemana Wieke Somers ha logrado su cometido. No tuvo mejor idea que crear esculturas con su impresora 3D, pero utilizando cenizas humanas como materia prima. Si, puede resultar morboso, impactante y hasta tenebroso. Pero no dejan de ser simples cenizas; que sean humanas son sólo un detalle.
Su obra se llama Consumir o conservar y evaluá la noción de una segunda vida. Ella considera que las cenizas humanas puede ser reutilizadas para realizar impresiones en 3D, y así dar el aspecto de una «segunda vida» ya sea como una silla, una aspiradora o por qué no, una tostadora.

¿Que piensan ustedes? ¿Transformarían las cenizas de sus suegras en un inodoro? Sacando el anterior chiste fácil anterior, creo que yo si me animaría. Eso si, antes le preguntaría a la futura escultura en que le gustaría reencarnar :D
Vía: Neatorama